El primer destino de nuestro viaje ha sido la Isla de Chiloé, entre los paralelos 41 y 43 del hemisferio sur. No sabíamos mucho del lugar antes de llegar, pero hemos descubierto que es un lugar para perderse. No es difícil, si uno quiere, salirse de las rutas marcadas y acabar perdido en playas desiertas donde lo único que te acompaña es tu sombra, o encontrarte en un sendero atravesando, entre colinas, frondosos bosques que no te dejan escapar, o, de repente, tener ante ti esa vista que antes solo habías podido imaginar.
Nosotros no esperábamos nada parecido, suerte que nuestros planes se torciesen y estemos descubriendo lo grande que es esta isla.
Momento de descanso para ellas en la Playa de Duahtao |