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Un fotoblog sin pretensiones para recordar nuestro viaje iniciático por la América del Pacífico. Somos dos amigos, Kamil y Edgar, que hemos tenido la inmensa suerte de volver a cruzar nuestros destinos para viajar juntos después de diez años. Importa poco a que nos dedicábamos o a que nos dedicaremos pero queremos compartir el viaje con vosotros: familia, amigos curiosos y curiosos que serán amigos.

Chile. Región de los lagos: un viaje sorprendente, una parada inesperada


Salimos de Chiloé rumbo al norte, pero sin rumbo. Puesto que nunca salió nada que planeamos previo decidimos ir donde el viaje nos llevara...

Y nos llevo a tomar, en un ferry, la furgoneta de unos ingenieros que iban a Valdivia. Pero ya en ruta, charlando, salió a tema Puerto Varas y nos lo aconsejaron. Y para allá que fuimos, aahhhh y compramos con ellos una excavadora por el camino.

Con Puerto Varas como primer parada, exploramos los alrededores de los lagos Llanquihue y Puyehue. Volcanes nos dieron sombra, cascadas nos ducharon, termas nos calentaron, bosques nos cobijaron y ríos nos congelaron. 


El camino Mochileando

Lago Llanquihue con Volcan Osorno







Divagando en los Lagos
Campamento entre arboles a la orilla del lago
Sin ver venir la helada de la noche a la sombra del Casablanca
El osorno nos reta desde Peyohue

















Caminado hacia la cascada
















La cascada de Las Cascadas
No íbamos a pasar por la Región de los Lagos, pero se cruzó en nuestro camino y nos encanto lo que vimos, nos quedamos. 


A tu salud Region de los Lagos


Chile. Castro, el corazón de Chiloé

Tras un primer contacto con la naturaleza de la isla llego el momento de volver a la civilización. Nos dirigimos a Castro. Durante toda la jornada paseamos viendo sus palafitos y la arquitectura típica chilota sin olvidar su famosa iglesia que parece pintada por un niño de preescolar por sus llamativos colores.

Todo esto haciendo tiempo para el encuentro con nuestro primer couchsurfer, Nelson, el profe punk. Un tipo muy peculiar rebuena onda que nos acogió como a viejos amigos. Pasamos tres noches en su personal casa en la que nos sentimos como en el hogar. 
 
En esos días nos dio tiempo a conocer la ciudad,sus palafitos, alguna islita de alrededor, comer las famosas y deliciosas ostras de Curaco de Velez, pasar un día entero sin poder salir por la lluvia y cantar karaoke, entre otras cosas.





Los palafitos de Castro.



Nelson, el profe punk. Couchsurfear con él ha sido una experiencia única.



Una casita sobre el agua, los palafitos.



La iglesia de Castro, punto de referencia, se ve bastante bien.



Poder comer ostras a precio de mortadela.
Palafito Rojo, Lago azul
La colorida plaza de Curaco de Velez.

Finalmente...Cansados de la lluvia partimos de la isla buscando el norte y algo del sol que se nos negó en la isla. Gracias Chiloé por haber sido un comienzo de viaje espectacular (y pasado por agua).

Vuelta al continente. Adiós y gracias, gran Isla.


Chile. Chiloé: caminando por la gran Isla


La expectacular naturaleza del oeste y noroeste nos ha sumergido durante días entre caminos, montañas, senderos, playas, refugios y ríos. Poca gente hemos cruzado en estos días lluviosos pero el saludo a cualquier desconocido en sentido contrario del camino es obligatorio. Gente pacífica entre violenta naturaleza.

Calma en la Bahía de Pumillahue


¡Dame un respiro!

Cruzando al otro lado

Sólo, entre todo lo demás

Piedra Rum. Aquí habita el Cai Cai Vilu

¿Ahora por dónde?

El infinito está al final
Cuando sopla una pacifica brisa